Existe un lugar donde los niños y las niñas sueñan con el tiempo invisible agarrados a una vieja foto de su madre.
Me contaron, escondidos entre nubes de colores, aquel cuento donde todo comienza de nuevo y todos tenemos una segunda oportunidad.
Yo sigo creyendo que no se pueden dejar mensajes en el vapor de las mañanas del deshielo.
Existe un lugar que contesta a todas las miradas que formulan preguntas sin palabras.
Existen momentos disfrazados de sonrisas de caramelo.
Quiero ser durmiente en el equipo de los sueños.
Existe un lugar donde los niños y las niñas juegan con el tiempo invisible.
Existe un lugar que pregunta para enseñar a pensar.
Existe un lugar que no se agota de querer, de creer y de crecer mientras siga habiendo niños y niñas que duermen agarrados a las viejas fotos de sus mamás.
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